El poder del darse cuenta en la terapia Gestalt
En la terapia Gestalt damos una gran importancia al «darse cuenta» del paciente.
Podría decir que es una toma de contacto a nivel emocional, con una sensación, un sentimiento que habíamos borrado de nuestra conciencia. Es una vivencia emocional que aparece de repente cuando descubres algo que encaja y te produce como una sacudida.
En ese momento se da un proceso a nivel fisiológico, emocional y racional, es una vivencia integral. Es como cuando queremos solucionar un problema de matemáticas.
Tenemos todos los elementos en juego, todos los pasos a la vista pero aun así no tenemos la solución.
Necesitamos dar con el paso clave, pues lo mismo ocurre con el autodescubrimiento personal, si queremos asumir nuestra vida, es posible que tengas todos los elementos analizados racionalmente, con su lógica, analizado punto por punto pero solo podemos encajar las pautas de nuestra conducta cuando vivimos la emoción clave de determinada conducta. ¡Es el eureka!
Si ese» darse cuenta» aparece, el paciente puede poner atención a reconocer lo que ocurre, a validarlo y hacerse cargo de ello, consiguiendo la capacidad de autoapoyo, descubrir su fuerza interna para apoyarse y generar su propio soporte.
Soy Marta Madorrán, enfermera desde 1993 y formada en psicología humanista con enfoque Gestalt. A lo largo de mi trayectoria he comprendido que el cuidado de las personas va más allá de lo físico, por lo que acompaño a mis pacientes desde una mirada holística que integra lo emocional, lo psicológico, lo social y lo espiritual, atendiendo a cada persona en su totalidad y en relación con su entorno.